Por extraño que pueda parecer, hay filólogos, lingüistas, escritores y educadores que defienden la mala escritura en determinados canales. En opinión de estos “eruditos”, es aceptable escribir faltas de ortografía, errores gramaticales o palabras abreviadas (irreconocibles, en muchos casos) en aras de un lenguaje nuevo que atiende no tanto a las normas establecidas, sino a las necesidades puntales de quienes se comunican en ese entorno.
Para estas personas, no hay nada reprochable en frases como esta:
“Ola ke ase qdamos para tomar algo o tu tb te kedas oi en kasa”.