El lenguaje pomposo de las notas informativas
No falla: basta que haya que redactar una nota circular para que la persona encargada de hacerlo se ponga en modo pomposo. El resultado es un lenguaje rebuscado y ridículo (más ridículo cuanto más larga sea la nota).
Un buen ejemplo podría ser este aviso que encuentro pegado en el espejo del ascensor de mi edificio: