Todo el mundo usa frases hechas en el día a día. Nos referimos a esas combinaciones de palabras que tienen un significado figurado o simbólico que no coincide con el significado literal de las palabras de dicha combinación, y que aun así todos sabemos a qué se refieren, pues forman parte de nuestra cultura.
Por ejemplo, si decimos que en el partido de fútbol “se armó la de San Quintín”, nos referimos a que hubo una trifulca entre dos o más personas, o quizá muchas más. Toma su nombre esta frase hecha de la batalla que enfrentó a los tercios españoles, ingleses, alemanes y borgoñeses y el ejército francés. Y aunque dicha batalla data del lejano año 1557, recurrimos a ella en pleno siglo XX porque nos da mucho juego, y porque nos gusta cómo suena.
Otros ejemplos de frases hechas
Para bien o para mal, hay centenares de frases hechas en lengua castellana. Citaremos solo unas pocas a modo de ejemplo:
Ahí se las den todas: cuando a cierta persona no le importan los contratiempos; es como si no fueran con ella.
Echarle a uno el sambenito: echarle a alguien la culpa de todo, por costumbre, aunque sea inocente.
Estar en la gloria: encontrarse muy a gusto.
Estar al loro: estar pendiente.
Irse de picos pardos: irse de fiestas a lugares poco recomendables, por lo general con amistades a quienes también les gusta la “farra”.
Dársela con queso: engañar a alguien, burlarse de esa persona.
Meter la pata: cometer un error.
Ponerse las pilas: espabilarse, esforzarse.
Si os dais cuenta, no se puede modificar ninguna palabra de estas frases hechas, pues dejaría de tener sentido. Si decimos “irse de picos negros” en vez de “irse de picos pardos”, la magia de la expresión se pulveriza y nadie se enteraría de a qué nos referimos.
Por este motivo a los extranjeros les cuesta tanto al principio aprenderse estas frases hechas. Si un hispanohablante dice “estar al loro”, el extranjero que aún no domina nuestro idioma (o al menos no domina el idioma de la calle) pensará irremediablemente en esa ave famosa por repetir las palabras que escucha.
Frases hechas que tal vez no conocías
Vale, ya sabemos lo que son las frases hechas, también conocidas como “expresiones idiomáticas”. Pero ahora vamos a rescatar tres frases hechas menos conocidas, tanto, que quizá nunca las escuchaste antes.
¡Vamos con ellas!
Argumento de Friné: Friné fue una cortesana griega del siglo IV a.C., amante del escultor Praxíteles, para el que posó en más de una ocasión. Friné fue acusada de impiedad y por ello tuvo que comparecer ante el Senado. Su abogado (valga el término moderno) fue Hipérides, quien tuvo la ocurrencia de hacer que la mujer se desnudara ante el Senado. Los jueces, viéndola tan hermosa, la absolvieron por unanimidad, dando por hecho que una mujer tan bella no podía ser impía. “Argumento de Friné” es una frase hecha que viene a significar algo así como ‘última tentativa’, ‘el intento de última hora’.
Escribir más que el Tostado. ¿Y quién era el Tostado? Pues es el sobrenombre de Alfonso de Madrigal (1400-1455), obispo de Ávila a la vez que escritor. Era todo un erudito, experto en filosofía, teología, leyes, latín, griego… Y toda esa sabiduría la volcaba en sus obras, que, como habrás imaginado ya, no fueron pocas, sino todo lo contrario. De ahí lo de “escribir más que el Tostado”, que quiere decir ‘escribir mucho’.
Averígüelo, Vargas. Vargas no era otro que don Francisco de Vargas, miembro del Consejo de Castilla en los tiempos de Isabel la Católica y Carlos V (siglo XVI). Era muy habitual que la reina Isabel le encargara averiguar los asuntos más difíciles, y ella utilizaba dicha expresión, “Averígüelo, Vargas”, en los decretos. Así que “Averígüelo, Vargas”, es una expresión que se usa cuando se presenta una situación de difícil esclarecimiento.
¿Conoces alguna frase hecha poco conocida? ¡Déjala en los comentarios! Estamos aquí para enseñar y para aprender. 🙂
Los paréntesis. Cuándo usarlos (incluyo ejemplos)
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Francisco
Rodríguez Criado
Escritor y corrector de estilo profesional
